martes, noviembre 01, 2005

DIALOGO CON MI OTRO YO (En un Viaje a San Vicente)



DIALOGO CON MI OTRO YO (De un viaje a San Vicente).

Cae la tarde, cerca está la hora del fin de la jornada.
Esperamos ansiosos acabar con la rutina cotidiana.
El vigía capitalista de nuestros esfuerzos perezosamente gira sus manecillas que se niegan a reconocer el fin de la tarea diaria... pero llega.
Un cajón que se cierra, una máquina de escribir comienza su descanso bajo una funda prepotente y arrugada, las escaleras que se asocian a nuestra premura, y por fin, tras la puerta, el aire, filtrado de hollín, pero libre... nuestro.
El autobús nos espera con su asiento esquivo, nos separan noventa minutos de la paz...o la guerra.
En el trayecto nuestra vista le disputa a nuestros sueños el control de la mente.
Se enfrentan ásperamente las visiones de la arboleda que pone fin al casco urbano, la minifalda audaz, el letrero provocador, con el recuerdo del jefe, la arenga del delegado, la discusión con el compañero, el aumento prometido.
La lucha se prolonga y se desgasta...El camino se deshace detrás nuestro.
A lo lejos divisamos la parada...Es la nuestra.
Doce horas separados del llanto del bebé, del gasto del almacén, del descanso, del reproche, del cobrador...del encuentro con lo que amamos.
Por fin, tras la puerta que se abre, y con el grito del timbre resonando, dos sonrisas tiernas nos regalan ese mundo de paz que procuramos.
Las estrellas nos miran con envidia, y la luna nos invita a descansar hasta mañana.
la lucha terminó.

Rodolfo (1974) (De "algunas pequeñas...)