sábado, septiembre 22, 2012

Breve...


Déjame por un instante
ser tu inspirada primavera...
Déjame ser esa brisa tempranera
que acaricia los árboles
mientras realizan el milagro
eterno y reiterado de su alumbramiento.
Déjame ser esa mariposa que danza 
en la bella cercanía de tus ojos,
mientras una tibia llovizna tropical
se adhiere a tu piel y se evapora...
Podría ser sólo un sueño...
o quizá un deseo...
pero en mi corazón late
una renovada primavera,
y el deseo, ingenuo tal vez,
de ser el mensajero del aroma de los azahares
para que compitan con el perfume de tu piel
y la suave caricia de tus cabellos...
Déjame , entonces, por un instante
ser tu inspirada primavera...
.
Rodolfo

miércoles, septiembre 12, 2012

Conociéndonos

Como todos, a tropezones de calma y de ternura
con el resguardo atento de poétas,
con los que día a día, hora a hora, nos tuteamos,
conocí bellos ejemplos castellanos ,
y por este milagro que nunca imaginamos,
nos conocemos tanto...
Si casi se siento el calor de sus manos;
no sabemos nuestros nombres,
no conocemos los rostros,
ni los gestos,
ni el color de los ojos,
ni que misterio encierra su destino
-que importa-
si estamos conociendo lo mas bello ,
los reflejos que escapan del alma,
los que exponen el bello arco iris de ilusiones,
que se forma en el espejo de una rosa,
y que después se vuelcan en la prosa.
Y sin embargo estamos tan unidos,
es un gusto abrir la página esperando ver ,
un bello poema , una prosa,
una pena dibujada, una noticia ,
el vuelo de los ángeles,
y poder con solo un breve comentario,
diluir esa pena, sepultar la congoja...
Disfrutar brindando la mano a quien la convoca
y sentirnos juntos ,
mas que juntos,
casi hermanos.
Qué belleza !
Qué bien!
Qué maravilla !
Que se abran los portales del buen gusto,
para poder ingresar a disfrutar su embrujo.
Un instante de frente a una pantalla,
que devora como el viento las distancia,
y conocer un poco de otras vidas.
Iintentar ser amigos entrañables ,
que son de toda la vida, y son de nadie.
Que lindas cosas que nos da la vida...
Cuando menos lo creemos,
estalla el día...
-
Rodolfo