martes, febrero 27, 2007

Las miradas

Tenía un pequeño barcito, no muy coqueto, en plena Avenida de Mayo, arrinconado entre dos hermosas galerías abarrotadas de turistas y porteños...
Su pequeño bar era, y es, de los pocos que quedan de aquellos que colmaban la Avenida, cuyos dueños, mayormente españoles trajeron la gracia natural de su acento, la nostalgía del terruño,los sueños de un mundo mejor y sobre todo el tesón y la fuerza de su trabajo...

Nobles inmigrantes, de corazón tierno y manos rudas...
Lo frecuentan clientes habituales que gustan de la intimidad y la semipenumbra del lugar, con sus sillas de madera lustrada, tipicamente españolas, los jamones colgando de la ganchera, y los afiches ,ya apergaminados, de corridas de toros madrileñas...
Observador, y gentil como la mayoría de los inmigrantes españoles que se afincaron en la nueva tierra, pese a su habitual " despiste", le llamó la atención una pareja que venía todos los viernes, a las seis de la tarde, cuando el atardecer se adormece en Buenos Aires.

Pedían generalmente lo mismo: un café cortado, una gaseosa y dos tostados.
Pero lo que más lo conmovía, era la delicadeza de sus pasos, casi sigilosos, hasta ubicarse en la primera mesa del bar, frente a la ventana y junto a la puerta.
Además, como se tomaban frecuentemente de las manos, sentados uno frente al otro, y sus miradas...
Pasaban largos minutos mirándose con dulzura...
En su soledad, detrás del mostrador, hasta sentía envidia de esas miradas.

Nunca nadie lo había mirado de esa forma -cosas del destino- decía para sí.
Los reclamos de los clientes lo alejaban de la obstinada observación, pero era muy fuerte el impulso de mirarlos y hasta disfrutar las cuidadas gentilezas que se brindaban.
Quizá era añoranza de su juventud sevillana, quizá veía en ellos a los hijos que no tuvo...
Quizá la mirada de la mujer que no llego a conocer...
Un día decidió hablarle -algo más que llevarles lo que pedían y retirar, a su salida el dinero que cuidadosamente le dejaban debajo del pocillo de café-
-Hola, perdón si resulto impertinente, pero saben, siempre los veo tan felices con esa mirada tan de enamorados, que me resulta tan grato, al punto que me tomo el atrevimiento de decírselos...
Me disculpan, no es cierto?.
-Desde ya, amigo , es un halago enorme el que nos hace...
Es màs, sabe usted?

Ambos somos no videntes...
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Rodolfo 2-07
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"Es imposible ocultar el amor en los ojos del que ama."
John Crowne

lunes, febrero 19, 2007

Nocturno

Es la medianoche...
La penumbra acecha con la soledad.
Un porteño enjuto, vestido de pena
alarga sus pasos silbando un "gotan"
La luz mortecina de un candil, al fondo,
le marca la ruta de los que no estàn.
La casa està sola,
quiebra la penumbra la luz del zaguán.
Fastidiado y triste,
tras dar un portazo,
echa su osamenta sobre el gris sofá.
Un libro lo espera...
Sus hojan ,lo invitan a leer la historia
que nunca termina...
Prende un cigarrillo,
el humo dibuja fantasmal,una silueta.
La de ella?
El sueño està lejos,
la tristeza cerca...
El amor, ausente.
La noche agoniza, son casi las tres...
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Rodolfo 2-07

miércoles, febrero 14, 2007


Eu quero ter o sonho mais bonito...
Sonhar com ondas do mar
onde brincam e adormecen
os mais belos peixes de cores indescritìveis...
Eu quero sentir o sol ardiente naminha piel
e um amor exuberante...
Ser pàssaro e ter muito espaço
para procurar a nudez da lua,
encontrar o brillo das estrelas nos olhos teus
para inundar minha alma de beleza...
Não é possível ?
Basta cerrar os olhos...
deixar brincar as fantasias,
e abrir as portas do coraçon.
Valeu a pena...
Só pra te ver.
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Rodolfo 2-07'
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Corregido por Wicky