Entre montañas de libros
que abruman mi biblioteca,
tuve una idea alocada...
Escribir un libro extenso
donde anotar tiempos felices,
que grabados en mi alma
me dejaran revivir dichas nuevas y lejanas...
Un libro en cuyas hojas
me sumergiera en las noches
en que la realidad cotidiana
hicieran temblar mi alma
por la amargura cercana...
Y entre recuerdos borrosos
de mi infancia tan lejana,
de mi dulce adolescencia,
de mi madurez cercana...
puse manos a la obra
y comencé a relatarlos...
Pensé, soñé, e hice memoria...
Busque en mi propia historia
y sólo escribí unas páginas
que mis lágrimas borroneaban.
de una pequeño librito
donde mi felicidad narraba...
Que pequeño era ese libro,
y que pequeña mi alma...
No supe que en esos momentos
en que la felicidad pasaba
no eran más que leves ráfagas
y cuando intenté gozarlas
el tiempo piadosamente
las guardó entre mis recuerdos
aquellos bellos momentos
que mientras los tuve
ignoraba....
.
Rodolfo