
Cuando la noche claudica ,
desvancecido ya, su traje de estrellas y de luna,
te ví...
Inmaculadamente blanca,
provocando a mi dicha...
Eras vos...
Mi nunca olvidada...
Razón de un amor que fue infinito
Dulce mujer, tan bonita y añorada...
Asombrado, intente tomar tus manos,
sentir la virginal tibieza de tu aliento...
Pero un áspero rayo de luz,
encegueció mis ojos...
Un sueño ?
Tan sólo fue un sueño ?
Los tibios balbuceos se fugaron...
Tu imágen la robó, cruelmente,
el sol insolente que entró por la ventana.
¿Dónde estás ? clamé
Y una matinal brisa de humedecido aroma
delicadamente me susurró al oido:
-En tu corazón...
Allí vivo...
Allí te pienso...
Allí gozo...
.
Y allí muero...
.
Rodolfo.
.
"A la orilla del recuerdo,el olvido se niega a encontrarte"
Darilea.