
Un viento gris, y un frio intenso
me dijeron al fin que habías venido
trasnochada imágen...
Tu, el destino...
Me llevaste a los abismos infinitos
de los olvidos inmensos,
de los silencios oscuros y profundos...
Y encallando entre piedras ignoradas,
te llevaste de mí, hasta el aliento
y me dejaste su adios como recuerdo...
Sepultaste entre sombras
su mirada,
su sonrisa...
Sus labios que llamaban al beso...
Y te llevaste mi ayer...
.
Rodolfo 6-06